lunes, 4 de julio de 2016

Ritual pagano



El humo nos elevo muy alto, nos paseo por toda la habitación y nos devolvió a la cama.
La música nos envolvió como una nube y nos tapo desnudos.
Las imágenes pintadas de colores fuertes caían sobre nosotros, como atacándonos, pero dulcemente, suavemente.
Tus manos, con los planetas dibujados y la marca de la ansiedad dolorosa que tienen, fueron haciéndose muy amigas de mi piel y muy enemigas de mi ropa.
Fueron sacando lentamente ese muro que impedía transmitir mejor el calor de nuestros cuerpos.
Los planetas supieron cómo y dónde posarse para constelar y constelarme. Mi piel se volvió un lienzo donde dibujaste y pintaste todas las estrellas que quisiste.
Me marcaste la espalda con la lengua, liberando así, la fuerza del ritual pagano que estábamos haciendo.
Entre brujos y velas volviste dentro mío,  tu pelo volvió a mezclarse con el mío y caímos lentamente en un estado de suavidad y profundidad.
Vi tus ojos y vi tu boca desde el cielo, hasta que no  te vi  más, hasta que no  vi nada, solo los planetas en mi  mente alineándose, preparándose para descender desde lo astral, tu signo y  el mío juntándose y fusionando.  

La energía fluyó tan fuerte que recostado sobre mi panza te dibuje el infinito en la espalda. Acostado sobre mi pecho te dibuje el cielo del próximo ritual.

No hay comentarios:

Publicar un comentario