Hoy le hablo al corazón. Ese que cree que manda. Terco corazón empeñado en equivocarse, alegando soledad, amor y otra minucias. Que confunde historias acabadas, con amores incompletos. Y busca completarse cuando ya aprendió a funcionar a media carga. Incansable corazón, reciclador de sufrimientos, mentiras y silencios. Estúpido pirómano capaz de prender fuego, hasta con una chispa de agua. Cerrajero inconsciente, regala llaves de las cerraduras que le pongo. Terco… No se entera que todavía mando yo.
Y él … se cree que manda.
No hay comentarios:
Publicar un comentario